27 abr 2009

Un COLOMBIANO que sí cumplió su sueño: trabajar en la NASA


Según César, trabajar en la NASA es un sueño hecho realidad, pero afirma que nunca va olvidar su lugar de origen, pues el calor de los colombianos hace que él cada día afiance esas relaciones que lleva construyendo con las universidades de su país natal.“Cada vez busco estar más en contacto con las universidades en Colombia e incentivar a los estudiantes colombianos a que vayan a trabajar a la NASA, ya que es importante también estimular la investigación de nuestro país, para que así los estudiantes se den cuenta que con trabajo y esfuerzo se puede llegar a realizar proyectos como los que construimos acá”, concluye César Augusto Muñoz, investigador de la NASA.
César Augusto Muñoz, un colombiano de 40 años de un pueblo tan poco conocido que nadie imaginaría que existe, atraviesa la barrera de seguridad por la que deben pasar más de 2 mil 500 empleados que trabajan en el área de investigación donde labora él en la NASA.
Investigar, solucionar problemas, escribir artículos, hacer conferencias y hablar de temas académicos con otros investigadores, es el pan de cada día de este colombiano que, dice, no puede volver a su tierra por la vasta preparación académica que tiene. No habría una empresa en la que pudiera poner en práctica un título en Informática, dos maestrías, un doctorado y un post-doctorado.Su infancia no arrancó precisamente al lado de cohetes como el Apollo 13, trasbordadores como el Columbia o satélites como el Sputnik; no, su niñez sucedió en Florencia, Caquetá, donde vivió hasta poco antes de comenzar el bachillerato en 1976. Su vida ha estado llena de contradicciones; como primera medida estudio informática sin antes haber visto un computador; luego ingresó a la NASA teniéndole pánico a los aviones e incluso afirma que las montañas rusas le causan mareo. Y por último, luego de vivir más de 20 años en Colombia, sale de su país y es allí cuando se da cuenta del gusto por su tierra: la comida, la música, su gente y sobre todo, el calor humano de los colombianos.

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